A continuación se extraen las frases más representativas de cada apartado y capítulo:
1.
Educar en nuestro tiempo digital.
La
humanidad emigra de la pantalla del televisor a la pantalla del
ordenador. Sin embargo en el aula no se aplican las tecnologías
digitales y utiliza una pedagogía basada en la transmisión para la
recepción solitaria y contemplativa.
La pedagogía de la transmisión
El
papel del profesor no es transmitir conocimiento sino crear las
posibilidades para su producción o construcción. El maestro es un
guardián y transmisor de la cultura. Educamos para que nuestros alumnos
archiven lo que depositamos en sus mentes. Se cristaliza la conciencia
bancaria: cuanto más se distribuye más apropiación hay del conocimiento.
El
lenguaje digital es responsable de una revolución tecnológica y
cultural sin precedentes. El hipertexto aprovecha la arquitectura no
lineal de las memorias del ordenador para hacer viables textos
tridimensionales. Permite al usuario hacer asociaciones no lineales y un
elevado número de interferencias y modificaciones en la pantalla.
Permite superar la condición de espectador pasivo y se muestra a favor
del sujeto participativo, operativo y creativo. Además el hipertexto no
es una disposición exclusiva del ordenador.
Modificar la comunicación: desafío a la educación
Martín
Barbero critica la falta de incorporación de los modelos
bidireccionales en la escuela. Critica la falta de diálogo y reclama el
nuevo lector que salta de un punto a otro, haciendo de la conectividad
su propia guía de ruta para la lectura. El usuario de las tecnologías
digitales transita de la condición de receptor a la interactividad y la
generación Net pasa del televisor al ordenador prefiriendo sistemas
interactivos como Internet. El nuevo espectador aprende nuevos
parámetros de lectura y de conocimiento, pues la lectura es de tipo
conectivo (enlaces que conectan con imágenes, videos, iconos y sonidos).
Las
tecnologías digitales demuestran que comunicar no es sólo transmitir,
sino proporcionar la libertad de conectividad y de intervención del
locutor. La comunicación sólo se realiza mediante la participación.
Tampoco se debe dejar de lado el modelo de transmisión, pero si hemos de
ser conscientes de que no favorece la educación auténtica. El profesor
puede optar por modificar su modelo comunicacional permitiendo al alumno
una mayor autoría, participación, bidireccionalidad... Es entonces
cuando el profesor construye una red y no una ruta, de mero transmisor
se convierte en formulador de problemas. Además, aunque no hayan
tecnologías digitales en el aula es posible conseguir un aprendizaje
interactivo, pues un aula infopobre puede ser rica en interactividad
mientras que un aula inforrica que tenga ordenadores puede ser pobre
siempre que se mantenga el modelo hablar - dictar y unidireccional.
Mientras
que el aula tradicional está vinculada al modelo uno - todos, el aula
interactiva está vinculada al modelo todos - todos. El profesor puede
cambiar su rol basándose en el montaje de conexiones en redes abiertas a
una multiplicidad de modificaciones. Se puede generar predisposición en
el aula de las siguientes maneras:
Generar múltiples informaciones (en diversos formatos) utilizando las tecnologías digitales como medio interactivo.
Ofrecer la posibilidad de múltiples recorridos para realizar conexiones y expresiones.
Estimular
a los alumnos para que contribuyan con nuevas informaciones para que
también puedan crear recursos participando como coautores del proceso.
El
profesor tendrá que darse cuenta de lo digital. Que lo digital, en
lugar de sustituir, potencia su autoría. También debe saber que no se
trata de endiosar las tecnologías digitales, sino de colocarlas en
interacción con el modelo tradicional. Para promover la educación
interactiva el profesor necesita desarrollar al menos cinco capacidades:
Presuponer la participación - intervención del receptor, teniendo en cuenta que participación es más que un “si” o un “no”.
Garantizar la bidireccionalidad de la emisión y recepción.
Poner a disposición múltiples redes articulatorias, evitando los mensajes cerrados.
Engendrar la cooperación.
Suscitar la expresión y la confrontación de las subjetividades.
2.
Los desafíos de la era digital: infoexclusión y analfabetismo digital
La
educación interactiva no depende de las tecnologías digitales, dado que
la interactividad no es un concepto informático sino de comunicación.
El objetivo es educar a jóvenes y adultos para la participación
colectiva.
La sociedad de la información y la cibercultura
A partir de la década de 1990 diversos países vienen formulando programas titulados “sociedad de la información”.
Internet es una tecnología de la libertad, pero también puede liberar a los poderosos para oprimir a los desinformados.
La
cibercultura según Lévy es el conjunto de técnicas, de prácticas, de
actitudes, de pensamientos y de valores que se desarrollan junto con el
crecimiento del ciberespacio. El ciberespacio, para el mismo autor,
significa una ruptura paradigmática con el reinado de los medios de
comunicación de masas basados en la transmisión. El ciberespacio es el
hipertexto mundial interactivo, donde cada uno puede agregar, retirar y
modificar partes de esa estructura telemática; se potencia el
intercambio de capacidades y genera la colectivización de los saberes.
El
ordenador pasa de ser una máquina restrictiva para convertirse en un
sistema conversacional a partir de iconos e interfaces en la pantalla.
El ordenador on-line está cada vez más presente como infraestructura de
procesos sociales.
El
hipertexto permite abrir ventanas paralelas o superpuestas, permite
abrirlas y cerrarlas a través de vínculos con iconos en la pantalla.
Presupone una arquitectura compleja que define la memoria y los
procesamientos en forma de red.
Infoexclusión y analfabetismo digital
El
acceso a Internet depende del capital económico, existen por tanto los
infopobres y los inforricos. Este hecho crea un nuevo analfabeto: el
info - analfabeto. Además no basta con tener acceso a las tecnologías
digitales on-line, sino saber manejarlas y no como un receptor de los
medios clásicos. La participación es la verdadera inclusión.
El
combate a la infoexclusión no debe limitarse al acceso al ordenador
conectado a Internet, sino que debe consistir en una educación de los
usuarios para la no sub-utilización de las tecnologías digitales
interactivas, así como para participación creativa y en colaboración con
el universo on-line.
La
formación del usuario en las tecnologías digitales e Internet tendrá
que tener en cuenta las demandas de la ciberciudadanía. Es necesario
garantizar el acceso del sujeto como autor y coautor, así como formarlo
para actuar en la ciberciudad y en las redes sociales.
En
la sociedad de la información estamos superando la producción
tradicional en masa y en cambio avanzamos en dirección a una mezcla de
productos masivos y desmasificados abiertos. Internet no es un medio
masivo, es una infraestructura de la colectividad y los profesores
pueden hacer uso de su potencialidad para abrir nuevos espacios de
participación ciudadana.
La disolución del sujeto en el ciberespacio
Existe
la crítica de la disolución del sujeto en el hipertexto ciberespacial
interactivo. En este sentido, la interactividad no es más que programas
preestablecidos de inteligencia artificial que destruye la comunicación
genuina. Marc Guillaume es uno de los críticos más radicales, pues
formula: “cuanto más interactivo se es, menos se existe”. El autor opina
que en la modernidad el sujeto experimentaba su disolución pero al
menos buscaba tiempo para combatirla. No obstante, en nuestro tiempo la
disolución del sujeto se encuentra cada vez menos con la inquietud, pues
el sujeto está cada vez menos interesado en referencias
socio-históricas. Por eso, éste no se siente aturdido, sino más bien
desea ser libre para hacer de sí lo que desea. Para Baudrillard y
Guillaume lo que hay es un simulacro de comunicación, un juego
cibernético, que aunque presentado de forma espectacular tan sólo define
el vacío de realidad donde opera la disolución del sujeto.
En
lugar de lamentar la disolución del objeto a causa de la interposición
de las interfaces es necesario potenciar las nuevas capacidades
comunicativas. Las nuevas tecnologías de la comunicación permiten la no
pasividad y la creación colectiva. La alfabetización digital debe
presentarse como una oportunidad para la formación del sujeto.